sábado, 13 de abril de 2013



Investigadores de la Universidad de Illinois y Washington han desarrollado una diminuta cinta de luces LED que se puede, literalmente, inyectar en el cerebro. ¿Para qué? Funciona como un implante y es capaz de estimular zonas del cerebro mediante impulsos de luz.
Se trata de una cinta lo suficientemente flexible y delgada como para entrar en el ojo de una aguja. Mientras que sus LEDs son tan pequeños como el tamaño de neuronas individuales. Su propósito como implante es inyectarse en el cerebro para proporcionar una interacción directa con el tejido nervioso. Los investigadores demostraron su primera aplicación en la optogenética, una nueva área de la neurociencia que utiliza la luz para estimular las vías nerviosas específicas en el cerebro.
El procedimiento consiste en programar genéticamente neuronas específicas que responden a la luz. La optogenética permite a los investigadores estudiar las funciones especificas del cerebro que antes era imposibles con la estimulación eléctrica, ya que afectaba un amplio rango de neuronas, mientras que los medicamentos saturan todo el cerebro.
El implante en forma de cinta flexible no solo incluye LEDs a nano-escala, sino también sensores de temperatura y electrodos que pueden estimular y registrar la actividad eléctrica. La cinta conecta los dispositivos a una antena inalámbrica y un circuito rectificador que se alimenta mediante radiofrecuencia. Este módulo se monta en la parte superior de la cabeza y puede ser desconectado de la cinta cuando no está en uso
Aparentemente, este es uno de muchos ejemplos de microdispositivos inyectables que veremos en el futuro.
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